miércoles, 22 de enero de 2014

¿Quién es Cinta?


Para entender quién es Andrea Cinta, es muy fácil, es una chica con un apellido peculiar que en realidad se pronuncia Chinta (es italiano), hablo Español, Alemán, Japonés, Italiano e Inglés, me encanta sonreír de manera sincera, si no lo hago me siento incompleta.

Hace 19 años, en los últimos días de verano, el 14 de Septiembre de 1994, mi madre fue internada en el hospital por síntomas de preeclampsia a los 7 meses de su embarazo, alrededor de las 15:00hrs en la ciudad de Puebla, en el hospital Christus Mugerza en contra de todo pronóstico médico de que yo siguiera con vida, lo logré. Mi madre Leticia Sánchez Díaz y mi padre Luis G. Cinta Espinobarros, se podían llamar oficialmente padres de una pequeña niña, sietemesina, de 2 kg y 300 gramos a la cual llamarían Andrea. La mujer que me dio vida,  después de una semana en el hospital pudo ser dada de alta, lamentablemente la bebé del cuarto 203 no pudo irse y se quedo otras 3 semanas internada aferrándose a este planeta con unas ganas de acero. 

Mi educación comenzó a temprana edad, en casa siempre me hablaban en inglés. Cuando entré al Kinder a diferencia del resto de lo que parecían ser mis compañeros recuerdo haber ido enojada porque mi papá tenía bigote y no me gustaba como se veía, también en la puerta de la escuela corrí a mi salón sin mirar atrás ni llorar, mi madre y mi tía aún me reclaman por eso. La educación primaria fue bastante larga en mi parecer, mas llena de muchos logros, como el cuadro de honor, y ser el primer lugar en todo, también  fue de  las épocas más bonitas que recuerdo. Mi madre hacia las tareas conmigo por las tardes, tenía muchos amigos y mi preocupación más grande era saber si iba a comer dulces o no. En la secundaria decidí aprender alemán, y con mi primera maestra de alemán Ricarda Zaum, aprendería a amar esta lengua tan hermosa. Después de 1 año de aprender alemán mis padres me mandaron de intercambio a Alemania por primera vez, a mis 13 años viaje sola a más de 9 590 km donde sería recibida por personas que hoy son tan importantes y especiales como si fueran mis parientes de relación consanguínea, la familia Mottl. 

La familia Mottl, era grande para los estándares de “europeos arios” ya que sus integrantes Wolfgang y Karin tenían cuatro hijos, Anne, Mara, Lena y al pequeño Leon, estas personas son mi otra familia, con los años nuestros lazos de amistad se estrecharían a tal grado de que Anne y Lena vinieron a México a vivir conmigo un tiempo, donde al finalizar mi secundaria regresaría yo a Alemania a estar con ellos y concluir mi preparatoria.

La vida es un misterio, y las situaciones que se dan a pesar de lo mucho que planeemos nuestro futuro son inciertas, por causas de fuerza mayor la SEP obliga a regresar a México porque sin terminar la preparatoria en este país mi titulo de licenciatura de una universidad alemana "sería de chocolate" para mi “mala suerte” termine en el Bachillerato No Escolarizado del Instituto Oriente, regresar al sistema de educación mexicano ahora con compañeros que no serian de mi edad, ni de mi circulo social, parecía que sería bastante difícil, sin embargo aprendí más de lo que esperaba en cuanto a las personas que fueron mis compañeros, desde madres adolescentes, enfermeras, estudiantes “problema” y policías de seguridad privada me enseñaron más que jóvenes de 18 años que solo piensan en tener el iPhone más actualizado, o que su máximo era salir de antro, me volví una persona más humilde y valoré más las oportunidades que he tenido en mi vida, esos 6 meses que compartí con ellos los valoro por todo lo bueno que me dejaron.

Al concluir la preparatoria de manera oficial, y de vivir ese cambio tan drástico de realidad y humanizante, la vida no me dejo de sorprender, he tenido muy gratas sorpresas, amistades inesperadas y me enamoré, ahora soy estudiante del segundo semestre de relaciones internacionales, dónde espero la vida me siga sorprendiendo con situaciones positivas, este Marzo 2014 espero ganar el Concurso Nacional de Oratoria Japonesa en México y porque no en algunos años vivir en el país del Sol Naciente, siendo embajadora o en algún otro cargo, representando a mi país al que tanto quiero.

No creo en un destino, ni en planear mi futuro ya que la vida tiene muchas sorpresas inesperadas, entonces solo puedo asegurar dar lo mejor de mi en todas mis actividades y ver a donde me lleva, lo que puedo asegurar es que de una manera u otra Andrea Cinta, llegará lejos así como cuando nací, con esas ganas de acero de perseverar y ganar, construiré mi futuro y ¿por qué no? con los años formar una familia.

La vida es para disfrutarse y no para sufrir, lo que la vida nos ponga enfrente debemos disfrutarlo y adaptarnos a los cambios tanto buenos como malos que traigan esas nuevas experiencias, es por eso que a lo largo de mis 19 años, muchas personas me han comentado que se disfrutar lo que la vida me da y es por eso que se resume en 1 frase:

Cinta no se complica :D